Tras el éxito alcanzado con Windows 7, un par de años más tarde, Microsoft nos presentaba Windows 8. Pero no te confundas, porque Windows 8 no pretendía ser el sustituto ni una nueva versión de Windows 7, sino otro sistema operativo totalmente diferente. Además, su desarrollo empezó mucho antes de que Windows 7 se lanzara al mercado.
Con Windows 8, Microsoft pretendía darnos a conocer un sistema operativo diferente a lo que nos tenían acostumbrados hasta el momento. Se trataba de un sistema operativo pensado en el futuro, que pudiera trabajar tanto en ordenadores de sobremesa, como en equipos portátiles, en tablets, en dispositivos híbridos y centros multimedia.
El cambio más importante que notarás, tras descargar Windows 8 en tu ordenador es su nuevo menú Inicio. Ya no tendrás que pulsar un botón para desplegar el menú Inicio de Windows, ahora lo tendrás todo visible en pantalla, a través de la interfaz Modern UI, similar a la de Xbox y Windows Phone, por algunos también denominada sistema de azulejos. Tras instalar Windows en tu PC, tendrás acceso rápido a todas las herramientas y funciones de Windows, así como acceso directo a aquellos programas y juegos instalados en tu ordenador. La interfaz de usuario de Windows 8 se ha modificado para poder usarse en equipos con pantallas táctiles, aunque por supuesto, también soporta el uso de teclado y ratón. El efecto Aero Glass que se incluía en Windows 7, ya no está presente en Windows 8, reemplazado por efectos planos en ventanas y superficies opacas, con botones de colores simples.
Tras descargar Windows 8 en tu PC, a parte de las novedades estéticas, también existen otras novedades a destacar, como que, Windows 8 incluye soporte para microprocesadores ARM, además de los microprocesadores ya tradicionales x86 de Intel y AMD. Una de las ventajas de Windows 8, respecto a otras versiones del sistema operativo de Microsoft es que, ahora tendrás acceso directo a la Tienda de Microsoft, pudiendo no sólo comprar programas, juegos u otras aplicaciones, sino también descargar aplicaciones diseñadas para usarlas en este sistema operativo y que complementarán sus funciones.
Respecto a otros sistemas operativos de Microsoft, con Windows 8 podemos ver un incremento en cuanto al rendimiento se refiere. El tiempo de arranque o encendido del ordenador se ha reducido bastante y la gestión de recursos, en Windows 8, es mucho más eficiente. Si te cansabas de que tu ordenador se volvía lento, Windows 8 será una buena alternativa a tener en cuenta. Un nuevo administrador de tareas, desde el que gestionar las aplicaciones que se encuentran en uso, cerrar aquellas que se hayan quedado bloqueadas, iniciar aplicaciones nuevas o comprobar cuáles consumen más memoria; un nuevo explorador de archivos que usa la interfaz de Ribbon, con Internet Explorer 10 instalado por defecto y acceso directo a OneDrive para sincronizar tus archivos entre diferentes dispositivos, son algunas de las características que componen este Windows 8.
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